Durante estas fechas es muy común sentirse cansado, fatigado y con mucho sueño sin razón alguna. Si tienes entre 20 y 50 años, tienes estos síntomas y sientes debilidad física y psíquica, seguramente sufres astenia primaveral.
La astenia primaveral la sufren una de cada diez personas en primavera, con mayor incidencia en mujeres que en hombres y surge con la llegada del buen tiempo y los cambios bruscos de temperatura.
Existen dos tipos de astenia primaveral:
– Astenia de origen físico que se caracteriza por cansancio, fatiga, sueño debilidad corporal, falta de apetito, tensión arterial baja, tono vital bajo, ausencia interés sexual, dolor de cabeza, malestar general, debilidad muscular…
– Astenia de origen nervioso que se manifiesta en el cansancio a la hora de desarrollar cualquier actividad mental así como por la pérdida de la memoria, menor atención, concentración, tristeza inexplicable, irritabilidad…
¿Cómo podemos afrontar la astenia primaveral?
NO existe un tratamiento especifico para curar la astenia primaveral ya que se trata de un proceso de adaptación del organismo a la nueva estación, aunque si que podemos seguir unas pautas que nos ayuden a sobrellevarla y conseguir que nuestro cuerpo y nuestra mente se adapten a la primavera.
Lo más importante es llevar una vida sana y ordenada y para ello debemos:
- dormir las horas necesarias no olvide que para un descanso saludable es vital disponer de elementos adecuados para el confort en su cama, como un protector de colchón y una almohada adecuados.
- hacer cinco comidas al día: evitando las comidas pesadas y con exceso de grasa e ingiriendo alimentos como frutas y verduras, cereales y legumbres;
- Hacer ejercicio físico: debemos mantener un buen estado físico y mental realizando ejercicio físico, andar un mínimo de 30 minutos al día y practicar ejercicios de relajación.
- Hidratar tu cuerpo: Bebe 1,5 l. de agua al día, ya que durante esta estación empieza a hacer calor y nuestro necesita más agua.
Existen además algunos complementos dietéticos que nos aportarán energía, vitalidad y euforia como la Jalea Real, el Ginseng o la levadura de cerveza. El primero, actúa como estimulante, tonificante y euforizante, está indicado para combatir la fatiga mental y física. El Ginseng otorga vitalidad y fortalece el estado físico. La levadura de cerveza contiene multitud de nutrientes necesarios para el cuerpo, que entre otras cosas fortalecen el sistema nervioso y mejoran el estado anémico.