Es uno de los momentos más esperados por la mayoría de niños, cuando llega la noche y, justo antes de dormirse, sus padres les leen su lectura favorita. Además de una práctica ideal para introducirlos en el buen hábito de la lectura, recurrir a cuentos para dormir a los más pequeños es una buena opción para garantizar que duerman tranquilos y relajados.
Son muchos los estudios que aseguran que, además de alimentar el vínculo entre padres e hijos, tiene grandes beneficios en su bienestar, su desarrollo cerebral y su capacidad de aprendizaje. Eso sí, a la hora de elegir qué cuento para dormir debes leerles ten en mente que lo mejor es que se trate de un texto amable, instructivo y que no sea muy complejo, para que puedan prestar atención sin problema.
Libera tensiones
En primer lugar, les ayuda a rebajar sus niveles de nervios y estrés. Aunque te parezca que esta palabra es solo atribuible a los adultos, la realidad es que nuestros hijos también sufren cierto grado de ansiedad y estrés que altera su descanso. De este modo, estos segundos en los que lees un cuento a tus hijos estarás contribuyendo a que estas sensaciones desaparezcan y logren conciliar un sueño placentero que les permita descansar profundamente y enfrentarse al siguiente día con ganas y fuerza.
Fomenta la creatividad y la comprensión
Independientemente de la edad del lector, la lectura estimula la fantasía y la creatividad. En el caso de los más pequeños es ideal para enriquecer su imaginación a la hora de jugar. Por otro lado, igual que ocurre con los adultos, la lectura mejora la capacidad lectora de los niños, así como su curiosidad y capacidad de atención.
Puedes probar a hacerles preguntas al día siguiente sobre el cuento que leísteis la noche anterior. Comprobarás que son capaces de recordar nombres, frases y detalles.
Compartir sentimientos
Cuando los niños son pequeños puede ser complicado lograr que compartan como se sienten. Por un lado, porque quizá no saben identificar esas emociones y, por otro, porque la inteligencia emocional es algo que se debe ir trabajando. Eso es, precisamente, lo que logran los cuentos, que a partir de la historia los niños puedan llegar a hablar de lo que piensan y sienten.
También te ayuda a ti
No creas que tus hijos serán los únicos beneficiados de la lectura. Leyéndoles un cuento a la hora de dormir también estarás disfrutando tu de su poder terapéutico. Durante ese rato lograrás desconectar de tus problemas y, además, compartiendo juntos esos minutos al día fortalecerás vuestro vínculo.
¿Quieres ideas de cuentos para dormir a los más pequeños? Lo ideal es que sean fábulas cortas, con personajes reales, animales o de ficción, pero con los que se puedan sentir identificados y que siempre terminen con una moraleja o aprendizaje adecuado para su edad.