12 propósitos saludables para un año lleno de bienestar

12 propósitos saludables para un año lleno de bienestar

Hacer una lista de nuevos propósitos es un clásico y, con permiso de septiembre, enero es el mes en el que todos nos marcamos nuevas metas para alcanzar ya que tenemos todo un año por delante para poder cumplirlas.

A priori, la idea no es mala: proponerse una serie de retos en nuestro día a día que normalmente implican algún pequeño cambio y que nos ayudarán a sentirnos mejor física, mental y emocionalmente. Desde dejar de fumar hasta encontrar un nuevo trabajo o dedicar más tiempo a nuestras familias. Seguro que alguno de ellos ha formado parte de tu propia lista.

Sin embargo, no siempre solemos cumplirlos. El problema está en que no los pautamos ni calendarizamos. Tratamos de empezar todos a la vez y, cuando vemos que no los estamos llevando a cabo o que nos está costando más de lo que imaginábamos, abandonamos.

Por ello a continuación te vamos a proponer 12 propósitos saludables, uno por cada mes del año. Son pequeñas metas y, al final del 2020, verás no solo que has cumplido cada uno de ellos, sino que también has logrado un objetivo mayor: sentirte mucho mejor. ¿Empezamos?

En enero, cuida lo que comes

Llevar una alimentación equilibrada y sana es el primer paso para tener una salud fuerte. Es probable que vengas, precisamente, de unos días de excesos por ello no puedes dejar pasar más días y debes empezar a virar tu alimentación hacia una dieta mediterránea en la que primen frutas y verduras. Atención también a las cantidades, evitar el sobrepeso pasa por comer lo justo y necesario cuando tenemos hambre.

En febrero, actívate

En enero las inscripciones a los gimnasios se multiplican, sin embargo, la mayoría de nuevos socios abandona al poco tiempo de empezar. Sáltate los tópicos y apúntate en febrero. Ya llevarás un mes cuidando tu alimentación y será el propio cuerpo el que te pida movimiento. Apúntate a una clase de spinning, sal a correr media hora o iníciate en el pilates –ahora tan de moda–. Todo suma, lo importante es que te muevas.

En marzo, aprende a ahorrar

Es más sencillo de lo que crees. Por un lado, puedes ahorrar al incorporar una serie de hábitos que son sencillos y además propios de una vida muy saludable como ir andando o en bici al trabajo. Otro consejo es que antes de ir a la compra, organices tu menú semanal y hagas una lista de los alimentos que vas a necesitar. No te saltes ni una cosa ni la otra, verás como el orden y la previsión se reflejan en tu cuenta en forma de ahorro.

En abril, despídete del estrés

Pocos factores son tan perjudiciales para nuestra salud como el estrés. Cuando hace acto de presencia estamos más alerta, irritados e incluso tenemos más tendencia a enfermarnos con gripes y resfriados. Sin embargo, el estrés puede derivar también en náuseas, hipertensión, pérdida de pelo y en casos más severos, en problemas cardiovasculares.

Si notas que estás demasiado estresado no esperes a tomarte unas vacaciones para desconectar, introduce prácticas y planes que te relajen en tu rutina semanal. El deporte –que llevarás practicando asiduamente desde febrero– ayuda, pero también la meditación.

En mayo, dejarás de fumar

Quizá te sorprenda que esperemos casi a mitad de año para sugerirte que hagas este cambio tan importante para tu bienestar, pero es que queremos que una vez te lo propongas lo cumplas y para ello será necesario que hayas cumplido con todos los anteriores propósitos. Es decir, que tengas una alimentación saludable, un ritmo de vida activo y vivas libre de estrés –uno de los aspectos que más influyen en los fumadores–. Al principio, debes tener una fuerte determinación para dejar de fumar, el resto vendrá después. Notarás que no te falta el aire cuando sales a correr, que los alimentos tienen otro sabor y hasta que todo tu entorno huele mejor.

En junio, de mejor humor

Este es el mes en el que estrenamos el verano y eso debería ser motivo suficiente para caminar a todas horas con la sonrisa puesta, pero no es el único. Tenemos muchas razones para ser felices –sí, incluso si estás pasando por una mala racha–. Está demostrado, enfrentarnos a la vida con una sonrisa nos ayuda a capear mejor los problemas y, sobre todo, a disfrutar más de las cosas buenas. ¡Ah! Tan importante es que tu exhibas tu buen humor como que trates de sacárselo a los que tienes alrededor.

En julio, más tiempo en familia

Hay unos meses del año que son un poco complicados para todos los que tienen hijos y julio entraría dentro de esta agrupación. Los niños ya no tienen que asistir al colegio y están de vacaciones mientras que los padres siguen cumpliendo con su jornada en el trabajo y hacen malabarismos para ocupar a los hijos durante ese tiempo. Esto es necesario, sin embargo, procura que al salir de trabajar tu principal prioridad sean ellos. Quizá no tienes hijos pero sí una pareja a la que puede que hayas “olvidado” un poco a lo largo del año, o unos padres que bien merecen más que la llamada de rigor. Por eso, en el ecuador del 2020 te recordamos que debes pasar más tiempo con los tuyos.

En agosto, viaja

Será tu capricho, tu premio por estar logrando cada uno de los propósitos que te marcaste a principios de año. Organizar una escapada al año es una forma no solo de escapar física, también mentalmente. Conocerás un nuevo destino –puede que incluso cumplas el sueño de visitar ese país con el que siempre soñaste–, te cruzarás con personas interesantes y descubrirás culturas enriquecedoras.

En septiembre, desconecta

Aprovecha que vienes de unos días de precisamente eso, desconectar del móvil, del ordenador, de la televisión… El détox digital empezó como una moda, una tendencia residual y sin embargo es ya una recomendación hecha por la gran mayoría de especialistas. Empieza por marcarte unos horarios de uso y limita, por ejemplo, usar cualquier pantalla justo dos horas antes de ir a dormir, notarás como duermes mejor –la luz azul de las pantallas afecta a la melatonina, la hormona del sueño–.

En octubre, cultiva la mente

Es un pilar clave de nuestro bienestar y a menudo solemos olvidarnos de estimularla y entrenarla. No importa la edad que tengas, siempre debes seguir aprendiendo. Es la única forma de mantener a raya el deterioro cognitivo y tratar de prevenir determinadas enfermedades neuronales como el alzhéimer o la demencia. Apúntate a clases de pintura o sumérgete en libros en inglés. Pónselo cada vez más difícil a tu cerebro, notarás la diferencia.

En noviembre, duerme más

Dormir poco está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar determinadas enfermedades como diabetes u obesidad y, en el mejor de los casos, estaremos tan cansados que no seremos capaces de rendir en el trabajo. Prioriza dormir, por lo menos, 8 horas al día y, si lo necesitas completa tu descanso con una siesta eso sí, no más de 30 minutos–. Olvídate de las curas de sueño, aunque pueden ser de gran ayuda, es fundamental que adquieras una rutina de sueño.

En diciembre, practica el agradecimiento

Enfocarse en lo positivo, olvidarse de los escenarios negativos y, sobre todo, quejarnos menos. Ese será el reto con el que terminemos el año. Se trata de dirigir nuestra energía hacia las personas y cosas buenas que tenemos y tratar de afrontar aquello que no nos gusta tanto con otra mirada.