¿Por qué tenemos espasmos antes de dormir?

¿Por qué tenemos espasmos antes de dormir?

El sueño está rodeado de misterios y curiosidades que en la mayoría de casos tienen una respuesta científica, pero que para la mayoría de población siguen siendo una incógnita. Uno de ellos son los espasmos que tenemos en el momento en que nos estamos durmiendo. Se llaman espasmos mioclónicos y son la respuesta a los estímulos nerviosos que envía nuestro cerebro cuando detecta que entramos en el sueño.

Ahora bien, no todos los científicos están de acuerdo con la causa que provoca que nuestro cerebro envíe estos estímulos. Para muchos, se trata de los efectos colaterales de una lucha oculta del cerebro entre el estado de vigilia y el estado de sueño. La tesis de estos expertos afirma que los espasmos mioclónicos son una señal del sistema motriz para evitar la parálisis que provoca el sueño en el cuerpo.

Y es que a diferencia de las luces, las personas no tenemos un interruptor con el que despertarnos o dormirnos, sino que tenemos dos sistemas que cada día protagonizan un pulso para ganar el uno al otro. En ocasiones, los espasmos sirven para que nos mantengamos momentáneamente despiertos hasta que el sueño impone su ley, pero en la mayoría de ocasiones no suelen ganar la batalla.

Los espasmos a media noche

Otra cosa bien distinta ocurre con los espasmos que se producen cuando ya estamos profundamente dormidos. Este fenómeno se conoce como la incorporación al sueño y sucede cuando un factor exterior al sueño, es decir, del mundo real se introduce en el sueño. Por ejemplo, el sonido del despertador o los ladridos de un perro.

Es increíble como la mente se inventa historias cuando esto sucede para poder seguir durmiendo y no tenernos que despertar. Los espasmos mioclónicos se suelen producir cuando dicho factor exterior gana presencia, en un estado entre la vigilia y el sueño, cuando la mente pasa por su propia transición. Es decir, se incorporan a nuestro particular mundo de alucinaciones en que vivimos cuando soñamos.

Así pues, podemos decir que los espasmos mioclónicos son los rastros que quedan del mundo real cuando nos dormimos, algo que nos hace tocar de pies en la tierra y sentirnos vivos cuando entramos en el mundo de inconsciencia que comporta el sueño.