¿Por qué olvidamos los sueños al levantarnos?

¿Por qué olvidamos los sueños al levantarnos?

Seguramente te ha pasado más de una vez: estás soñando con alguna situación utópica, agradable… y suena el despertador. Aunque te fastidia la interrupción, te levantas con alegría y con buen humor.
Acabas de tener un sueño precioso que va mantener tus ánimos al máximo nivel a lo largo de todo el día. Pero, al cabo de unos minutos…

¿Qué he soñado exactamente? Pequeños episodios de tu sueño ideal se desvanecen y empiezan a crearse lagunas importantes. Ya no recuerdas los momentos más felices… Hasta que terminas por no recordar nada. ¿Por qué olvidamos los sueños al levantarnos? Los expertos en descanso de Velfont te ofrecen las razones principales por las que no recordamos exactamente el contenido de nuestros sueños.

Todos soñamos a diario, más o menos intensamente, y solemos relacionarlo con las vivencias del día o bien de días anteriores. Incluso cuando los sueños son tan reales podemos olvidarlos, y este efecto parece estar ligado, tal y como demuestran estudios científicos, a la escasa carga emocional que tienen para nosotros mismos. Aunque nos hayan hecho felices en el momento, aunque nos hagan esbozar una sonrisa con tan sólo levantarnos… Si no tienen una significación real para nosotros, tienen más puntos de pasar a la historia del olvido, ya sea total o parcialmente. Esto ocurre en el momento de la vigilia, cuando empezamos a comprender que la situación que hemos vivido se ha desarrollado en un mundo imaginario.

Eduardo Punset, divulgador científico español, asegura que «durante los sueños el cerebro utiliza una buena parte de la energía consumida para reordenar y clasificar las memorias y recuerdos acumulados durante el día. Cuando dormimos, el cerebro amaina un poco su actividad pero muy poco: sigue consumiendo un 80% de su energía disponible». A pesar de ello, es evidente que las percepciones que tenemos cuando estamos dormidos son distintas a las que tenemos en el mundo real. Es posible que una pesadilla nos sobresalte en un momento determinado de la noche pero, si nos volvemos a dormir, probablemente al despertarnos de nuevo recordemos la mitad de la misma.

La mayoría de teorías científicas aseguran que tenemos, como mínimo, 5 sueños al día. No obstante, recordamos uno, o dos si tenemos suerte. Según Freud, el padre de la psicoanálisis, nuestros sueños son el espejo de nuestros deseos y si los olvidamos es porque nuestro cerebro los bloquea si no estamos preparados para manejarlos. Otras teorías, en cambio, señalan que no recordamos según que sueños porque no tienen sentido en el mundo real y no podemos aplicarlos a nuestro día a día. Vemos que la actividad de nuestro cerebro está directamente relacionada con esta cuestión pero, como en todas las disciplinas, aún queda mucha investigación científica por hacer.

¡Felices sueños!