En algunas ocasiones, las personas despertamos y no sabemos exactamente qué hemos soñado. Algo nos ha pasado por la cabeza mientras estábamos durmiendo y nos ha dejado una sensación extraña, pero no podemos recordarlo. Durante el día, le damos vueltas y más vueltas, pero el olvido de nuestra consciencia no nos permite recordar nada. Sin embargo, hay veces que sí podemos reconstruir nuestros sueños. ¿Por qué? ¿Por qué mi cerebro selecciona unos u otros sueños en la memoria? ¿Por qué no recordamos según qué sueños? Desde Velfont intentamos responder todas tus dudas al respecto.
La explicación encuentra la clave principal en la fase REM. Es el último período del sueño, en el cual el cerebro está realmente activo. Durante la misma, el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices de manera que no nos podemos mover y, además, es en esta fase donde soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno, debido a la alta actividad cerebral mencionada. Las ondas que emite nuestro cerebro hacen difícil procesar la información, de forma que podemos recordar vagamente lo que soñamos, pero no con total exactitud. Así, podríamos decir que los conectores neurales que producen las memorias no sincronizan del todo bien.
Los pensamientos nocturnos y diurnos son iguales, pero no se recuerdan de la misma manera. Para poder retener un recuerdo, en primer lugar necesitamos formarlo en el hipocampo y, después, éste se esparce a otras partes del cerebro. Durante el sueño, esta sincronización desaparece y convierte en muy difícil la tarea de recordar los sueños. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta por qué algunas personas son capaces de recordar más que otras, o por qué algunos sueños prevalecen ante otros. En realidad, se cree que las personas recordamos los sueños porque les hemos prestado más atención, porque nos han creado ansiedad o porque no son usuales.
Actualmente, se estima que cada uno de nosotros tiene entre cuatro y seis sueños por noche, de los que olvidamos la gran mayoría (entre el 95 y el 99%). Parece ser que los olvidamos porque no nos llaman la atención. A no ser que ocurra algo diferente, no recordamos nada. Sin embargo, no existe una respuesta clara en el por qué recordamos sólo algunos sueños. El mundo de los sueños es realmente un misterio para muchos de nosotros, incluso aquellos expertos en el campo se plantean dudas al respecto.
Se dice que los humanos tenemos al menos cinco sueños por noche. Pero, ¿por qué no los recordamos? Por un lado, existe la teoría de la represión de Freud, en la que nuestros sueños son deseos que tenemos y que, si nuestro cerebro los cree demasiado traumáticos, los bloquea. Por otro lado, existen teorías que aseguran que no recordamos los sueños porque son tan caóticos que la mente despierta no los llegaría a comprender.