El libro infantil para dormir se convierte en fenómeno mundial

El libro infantil para dormir se convierte en fenómeno mundial

Para los más pequeños la vuelta a la normalidad está cada vez más cerca. Se acabaron los días de juegos, paseos y largos sueños, de excursiones, playa y parques de atracciones. Es el momento de volver a la escuela y establecer, de nuevo, la rutina que tanto temen algunos, como también de recuperar los horarios de sueño. Después de tres meses de desenfreno es hora de meterse en la cama antes de las 10 de la noche. Pero las vacaciones pueden jugarnos malas pasadas: los niños ya no quieren acostarse tan temprano y, cuando lo hacen, no pueden dormir. ¿Cómo pueden los padres combatir esta situación? Un libro infantil para dormir llamado El conejo que quería dormirse, diseñado por el psicólogo suizo Carl-Johan Forssen Ehrlin, se ha convertido en un fenómeno mundial. ¿Quieres saber por qué?

El conejo que quería dormirse ya se ha traducido a 7 idiomas y, con sus apenas 26 páginas, ha logrado situarse en el top de ventas de Amazon. Su autor Forssen Ehrlin ha utilizado técnicas psicológicas para ayudar a que los más pequeños se relajen, desconecten y, por fin, puedan dormirse. Para lograr los efectos deseados es preciso realizar los siguientes pasos:

  1. Empezar a leerle el cuento al niño.
  2. Los padres deben bostezar con frecuencia y de forma visible mientras la historia va avanzado.
  3. Es preciso hacer hincapié en las palabras relacionadas directamente con el sueño y hablar con voz lenta y calmada.
  4. Aunque el libro tiene imágenes, se le debe pedir al niño que solamente escuche y que no intente leer con los padres.

Su autor lo ha definido como “el equivalente verbal de la mecedora para dormir a un bebé” gracias a su efectividad, probada por cientos de familias alrededor del mundo. De hecho, en la página web de Amazon pueden leerse comentarios como “estoy sin palabras” o “mi hijo comenzó a bostezar a los tres minutos y estaba profundamente dormido en 10”. A pesar del éxito, Forssen está sorprendido del alcance del cuento. Pero ya está planeando otra historia: ahora es el momento de enseñar a los niños a usar el inodoro.

¿De dónde surge esta idea tan magnífica? “La historia completa vino a mí en un segundo. Yo iba conduciendo en mi coche, así que desperté a mi madre que estaba conmigo en el vehículo, y le dije que escribiese rápidamente lo que le iba a decir, pero todo lo que encontramos fue una servilleta y un lápiz que apenas funcionaba. Tenía todos los personajes, las técnicas que tenía que usar y las bases de la historia. En cuanto llegué a casa tuve que ponerlo todo por escrito y empezar a dar sentido a la historia”, así lo explica el autor al diario El Mundo.