No cabe duda de que los colores afectan a nuestro estado de ánimo. De hecho, existe la cromoterapia, que es un método empleado en medicina alternativa que utiliza las diferentes frecuencias de la luz (colores) para crear diferentes sensaciones a nivel emocional.
Así que a la hora de decorar el dormitorio y de vestir la cama, podemos utilizar el significado de los colores para conseguir un ambiente relajante y propicio para el descanso.
Los tonos pastel aportan armonía y relax, todo lo contrario que los saturados, que son estimulantes.
El amarillo es un color cálido que transmite alegría, es el color del sol y del verano.
El azul es un color frío que nos transmite tranquilidad y paz, alivia el estrés y combate el insomnio.
El blanco es un color neutro que simboliza la pureza, limpieza e inocencia.
El verde simboliza vida, está presente en la naturaleza, transmite equilibrio y armonía.
El violeta es un estimulante de la imaginación y la creación.
El rosa representa la feminidad y el amor. Es relajante.
El naranja libera emociones negativas, estimula la mente y es antidepresivo.
Puedes combinarlos de forma análoga, es decir, utilizando colores que tienen un color común como denominador.
Por ejemplo, viste la cama con la sabana bajera en azul, la funda de almohada en violeta y la funda nórdica en verde. Todos estos colores tienen el azul como común denominador.
También puedes combinarlos de forma contrastada, es decir, utilizando colores que no tienen colores en común.
Por ejemplo, pinta las paredes de la habitación en violeta y la pared donde esté situado el cabecero de la cama en amarillo.
Juega con los colores y encuentra tu combinación ideal para crear un ambiente relajante en tu zona de descanso.