Tanto el látex como el material viscolástico, son muy conocidos y están muy extendidos en los productos de descanso. Existe una amplia gama de almohadas Velfont fabricados con estos materiales. Pero en ocasiones, hay una confusión entre las propiedades del látex y el material viscoelástico.
El látex natural proviene de la savia extraída del árbol del caucho. El látex es el jugo blanco o amarillo que circula por los vasos de este árbol. Esta resina es abundante hasta los 25 años de edad del árbol.
Este material tiene una gran elasticidad y firmeza y, por tanto, una buena adaptabilidad. Las almohadas de látex son un soporte duro pero flexible, que permiten que nuestra cabeza se hunda ligeramente y se eviten zonas de presión que perjudiquen la postura.
Tiene propiedades antibacterianas y anti fúngicas naturales porque el látex no es un sustrato apto para el crecimiento de estos organismos.
El látex permite una buena transpiración, aunque es muy importante que la funda de la almohada que lo envuelva sea de tejidos naturales, así como dejar que la almohada se airee con frecuencia y tenga cierta ventilación.
Por otro lado, el material viscoelástico fue desarrollado en los 80 por la NASA y cada vez se conoce más gracias a su propiedad para aliviar la presión en los puntos de contacto con el cuerpo.
Las almohadas viscolásticas Velfont tienen muchas propiedades idóneas para el descanso. Son muy ergonómicas y terapéuticas porque se adaptan perfectamente a tu cuerpo.
El material viscolástico es antibacteriano e hipoalergénico porque su estructura está compuesta por células abiertas que facilitan la circulación del aire y evitan la acumulación de polvo, humedad y ácaros, además de adaptarse a la temperatura corporal.
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