Que sean pequeños no quiere decir que no noten el calor y la humedad mientras están durmiendo. En la actualidad, y más en épocas de altas temperaturas, cerca de un cuarto de los niños menores de cinco años tiene problemas de sueño. Negarse a ir a la cama o despertarse frecuentemente por la noche son prácticas cada vez más comunes, e incluso a veces van de la mano.
Si tu bebé se despierta constantemente por las noches, sus patrones del sueño y los tuyos propios se verán gravemente afectados. Y en verano, cuando el calor acecha, no nos podemos permitir otro factor negativo más que no nos ayude a conciliar el sueño. ¿Qué podemos hacer para que el bebé duerma toda la noche?
- Programar actividades divertidas y animadas durante el día, y tranquilas y pausadas durante la noche ayudará a tu hijo a configurar su reloj biológico y aprender a diferenciar entre ambos.
- Es preciso que le des a tu bebé la oportunidad de conciliar el sueño por sí mismo. Acariciarlo o balancearlo en la silla para que cierre los ojos puede generar dependencia y, como consecuencia, que no sepa dormir sin estar acompañado.
- Debes establecer una rutina fija antes de meterlo en la cama. Es aconsejable que las actividades sean breves y simples, como un baño, el cambio de pañal, contarle una historia o cantarle una canción. Esta rutina no debe durar más de 45 minutos.
- Ver que el pañal esté limpio, no taparlo mucho en la cama ni tener la habitación a temperatura superior a 20ºC para que no tenga demasiado calor.
- Si los padres ven que el niño tiende a dormirse habitualmente media hora o una hora después de la que creéis que es su hora de dormir, puede que tenga algo parecido a lo que los expertos llaman un “retraso de fase”, que ocurre, pero más grave, en los adolescentes: se les está acostando antes de que tengan sueño. En estos casos, es aconsejable esperar a que surjan los signos de sueño para acostarlo definitivamente.
- A partir de los dos años la mayoría de los bebés comienzan una fase del desarrollo que se caracteriza por la autoafirmación y, por tanto, el negativismo de lo que les viene de fuera. Es suficiente con que les digan algo para decir o hacer lo contrario, su palabra preferida es “no”. La solución es ir tanteándoles para que ellos mismos decidan ir a dormirse.
Si quieres inculcar unos buenos hábitos de sueño a tus hijos, seguir los anteriores consejos te ayudará tanto en épocas de frío como en épocas de calor. Desde Velfont también velamos por el descanso de los más pequeños.