Trastorno afectivo estacional (TAE)

Trastorno afectivo estacional (TAE)

¿Te sientes fatigado, cansado y deprimido durante el invierno? ¿Tienes mucho sueño durante el día y, sin embargo, no descansas bien? En este caso, podrías sufrir Trastorno Afectivo Estacional.

El Trastorno Afectivo Estacional se refiere a episodios de depresión que ocurren cada año durante el otoño o el invierno y sus síntomas suelen mejorar en la primavera o el verano.

Se desconoce la causa de este trastorno, pero se cree que está relacionada con factores como:

  • La luz ambiental
  • La temperatura corporal
  • La regulación hormonal, en concreto, la melatonina  y la serotonina. La melatonina se produce con la oscuridad, por tanto en invierno se incrementa su producción. Es el neurotransmisor responsable de los ciclos de sueño y vigilia, de nuestra energía y nuestro humor. Por otro lado, la serotonina se produce con la luz solar, viéndose reducida su producción durante el invierno. La serotonina se encarga de proporcionarnos tranquilidad, control, confianza y bienestar.

Al contrario de lo que pueda parecer, las personas que viven en lugares con largas noches de invierno no necesariamente son más propensas a padecer este trastorno.

Nuestros antepasados vivían de acuerdo a los ciclos naturales de la luz, levantándose con el sol y acostándose al anochecer. Por lo tanto, durante el invierno casi hibernaban, algo que funcionaba bien con nuestro reloj biológico. Las largas noches de invierno incrementaban la cantidad de melatonina, por lo tanto, las personas se iban a dormir.

Desde que llegó la electricidad, el hombre moderno ha construido su vida teniendo en cuenta otros factores distintos a la luz del sol, trastocando nuestros ciclos de descanso y vigilia según las necesidades de ritmo de vida de cada individuo. Estamos despiertos hasta tarde, dormimos cuando es de día y esto confunde a nuestro reloj biológico.

Para empeorar un poco más las cosas, hacemos la mayor parte de nuestras vidas en interiores, limitando nuestra exposición solar que ayuda a equilibrar nuestros estados anímicos ya que incrementa la serotonina, lo que implica un doble revés a nuestro organismo cuando los días se hacen más cortos durante el invierno.

¿Cómo podemos activar nuestro buen humor de manera natural durante el invierno?

  • Hacer caminatas largas durante las horas del día y hacer ejercicio pueden mejorar los síntomas.
  • Manténgase activo socialmente, incluso si esto implica algún esfuerzo.
  • Crear un espacio de descanso agradable y que respete la luz y la oscuridad (cerrar persianas, apagar la televisión y las luces al acostarnos).
  • Abrir diariamente las ventanas de la habitación para que entre aire fresco.
  • Prestar atención al sol, literalmente. Al levantarnos por la mañana levantar las persianas y asomarnos a la ventana, a la luz del sol, durante unos minutos para que nuestro reloj biológico sepa que es de día.

La mayoría podemos poner remedio a este trastorno estacional cuidando nuestros hábitos de vida y descanso y, generalmente, los síntomas suelen desaparecer con el cambio de estación, pero si el trastorno no puede resolverse siguiendo estos consejos y nos supone un reto enfrentarnos a las actividades del día a día es el momento de acudir al médico.