Las sábanas te queman y te da la sensación de que el ambiente está tan cargado que te cuesta hasta respirar. Llevas así, prácticamente, desde que te acostaste y todos tus esfuerzos por relajarte son en balde. Por el rabillo del ojo, miras el reloj de la mesita de noche y, aunque sabes que eso va a aumentar tu nerviosismo, no puedes evitar calcular las horas que te quedan para despertarte.
¡Otra noche de insomnio! Si esta es la tónica de tus veladas, puedes estar tranquilo. Existe la fórmula perfecta para conciliar el sueño en menos de un minuto. Es la conocida técnica “4-7-8” que ha sido descubierta por algunos científicos de Harvard. ¿Quieres saber de que va?
La técnica 4-7-8
La técnica 4-7-8 se basa, sobre todo, en la respiración y el autocontrol corporal. Resulta muy práctica porque no requiere de ningún dispositivo y es francamente útil para aquellas personas a las que les cuesta dormir por las noches. Lo más importante es tener en la cabeza los tres números mágicos: 4-7-8.
- Coger aire durante 4 segundos seguidos
- Mantener la respiración durante 7 segundos
- Exhalar de forma sostenida y por la boca durante 8 segundos
¿Fácil? Pues según Andrew Weil, científico de la Harvard Medical School y padre de la teoría 4-7-8, tan solo hacen falta 4 repeticiones para caer rendido en los brazos de Morfeo. La técnica 4-7-8 está fundamentada en una base científica por lo que su eficacia está contrastada.
Weil asegura que la mayoría de los problemas de sueño radican en la respiración. El estrés, la ansiedad o algunos de los hábitos diarios (tales como el tabaquismo, el sedentarismo o el consumo de cafeína) provocan una alteración de la respiración.
Una respiración anormal produce hiperventilación, lo que reduce el contenido de O2 y CO2 al cerebro y eso induce a un estado de ansiedad que, lógicamente, hace más difícil el sueño.
Útil también para relajarse
Aunque la técnica 4-7-8 se suele utilizar, sobre todo, para dormir, también se puede utilizar en otras circunstancias. Por ejemplo, para relajarse justo antes de un momento de tensión como una entrevista de trabajo, un examen o, simplemente, una situación de estrés.
Además de la relajación cerebral y muscular, otra de las propiedades de la técnica de Weil es que logra ralentizar los latidos de nuestro corazón, mejorando así la circulación de oxígeno por nuestro sistema. Es un ejercicio muy práctico, que no necesita prescripción médica y que puedes llevar contigo a todas partes. ¿Te animas a probarla?