Protege el descanso de tu bebé (Parte 1)

Protege el descanso de tu bebé (Parte 1)

Como ya hemos comentado en los artículos anteriores, la salud de una persona también depende de las horas de descanso y la calidad de ese descanso. En el caso de un bebé o un niño el sueño también tiene una gran importancia para la protección de su salud. La etapa inicial de la vida es justamente en la que se necesita la mayor cantidad de horas de sueño.

Las horas de sueño forman parte del crecimiento del bebé. Es decir, que esas horas no son una especie de “hibernación” durante las cuales el niño se detiene en el tiempo, sin evolucionar ni involucionar. Durante el sueño el bebé también crece y se desarrolla, por lo tanto debemos respetar ese momento igual que el que está destinado a su alimentación.

El descanso de los bebés es plácido y puede llegar a unas 20 horas diarias (incluso más en las primeras semanas), con lo lógicos paréntesis para sus comidas, siempre y cuando no sufra ninguna molestia ni se encuentre enfermo.

Los bebés necesitan mucha tranquilidad y silencio en la casa para dormir la cantidad de horas necesarias sin ningún tipo de sobresalto. Es más, si a lo largo del día llegan muchas visitas a casa (especialmente niños que juegan ruidosamente), por la noche el bebé tendrá más dificultades para quedarse dormido, ya que estará más excitado.

Es importante que, tanto en el momento de dormirse como en el momento de despertarse, el bebé esté rodeado de gestos alegres, casi festivos. Concretamente, en el momento de dormirse, es importante que el niño reciba un trato cariñoso y afectivo, de forma que su sueño sea tranquilo y no sufra sobresaltos.

Es raro que un bebé necesite que lo despierten para la toma, normalmente minutos antes de la hora comienzan a emitir pequeños balbuceos que anticipan la necesidad de alimento. Incluso muchas veces pueden llegar a dormirse mientras están comiendo. Si esto ocurre, y siempre que consideremos que ya ha tenido suficiente alimento, no conviene despertarlos.

En el siguiente post explicaremos algunos de los factores que pueden provocar alteraciones en el descanso de nuestro bebé.