El descanso es un pilar fundamental para nuestra salud. Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo y es básico que nuestro equipo de descanso, y en especial el colchón, reúnan las condiciones óptimas. Al no poder lavarse, es necesario protegerlo de la forma adecuada.
Las fundas de colchón envuelven completamente el colchón por todas sus caras y garantizan su higiene, ya que lo protegen de forma integral.
Los protectores de colchón son muy prácticos al ajustarse como una sábana bajera. Para una protección total, combina tu protector con una funda de colchón.
Los cubrecolchones o protectores acolchados son de fácil colocación y proporcionan protección además de un confort extra a tu descanso, gracias a su acolchado.
Los sobrecolchones o toppers, aportan el máximo confort gracias a su relleno de fibra o viscoelástico. Se ajustan al colchón por las esquinas, con elásticos.
Las sábanas bajeras son la prenda sobre la que descansamos. Protegen el colchón y al mismo tiempo, gracias a sus materias primas naturales, permiten que nuestra piel respire.
Las fundas de almohada envuelven totalmente la almohada gracias a su cierre con cremallera y/o solapa. La protegen y facilitan su mantenimiento.