¿Duermes mal? La razón puede estar en tu intestino

¿Duermes mal? La razón puede estar en tu intestino

Puede que te hayas acostumbrado a dormirte a deshora e incluso que pases alguna que otra noche en vela, sin embargo, la falta de sueño recurrente y su versión más severa, el insomnio, son un problema importante de salud que no debes pasar por alto.

De hecho, los expertos vinculan la falta de descanso con una reducción de la calidad de vida, con la aparición de ciertos déficits cognitivos, el desarrollo de problemas de ansiedad y depresión y con la obesidad –lo que responde la pregunta de si dormir poco engorda–.

Recientemente se ha detectado, también, que existe una marcada relación entre el insomnio y la flora intestinal. Esto significa que, igual que la falta de sueño influye en nuestro apetito y por extensión a nuestra alimentación, un problema en el funcionamiento de nuestro intestino repercutirá en el sueño.

En este segundo punto está la novedad y es que, probada esta relación, podemos tratar de mejorar el comportamiento de nuestro sueño a través de la nutrición y, concretamente, con una dieta equilibrada. Del mismo modo que, cenar determinados alimentos nos ayuda a dormir mejor esa noche, seguir una dieta específica puede contrarrestar los trastornos del sueño.

 

¿Qué deberíamos comer?

En primer lugar, evita la comida precocinada y los alimentos procesados. Prioriza el consumo de frutas y verduras y que alimentos como la carne se mantengan en un segundo plano.

Entre los alimentos que debes comer de forma regular no te olvides de hacer un hueco a la fibra, los fermentados –tienen un efecto muy positivo en la flora intestinal– y frutos secos. En definitiva, trata de comer de forma variada y con comidas ricas en todos los grupos de alimentos.

En cuanto a tus hábitos alimenticios mantén un equilibrio. Es decir, no pases hambre –en ese caso se pone en marcha un mecanismo en tu cuerpo que boicotea el conciliar el sueño–, pero tampoco te atiborres y, sobre todo, intenta no comer justo antes de acostarte.