Los trastornos o las dificultades para conciliar el sueño son bastante frecuentes en nuestro país. De hecho, es común que algunas personas, a pesar de sentirse soñolientas, no consigan pegar ojo, no consigan dormir.
Mal humor, estrés, ansiedad, cansancio, baja productividad, mini-siestas en todas partes, despistes, mala organización… Todos estos factores pueden convertirse en las peores consecuencias de no dormir adecuadamente. Gracias a los expertos y al trabajo científico que hay detrás del sueño, podemos establecer 9 principios básicos que nos permiten acabar con las noches de vigilia. ¿Cuáles son?
- Es recomendable establecer un horario fijo de sueño, es decir, intentar meterse en la cama y levantarse cada día a la misma hora.
- Aquellos días en los que te cuesta dormir, se recomienda levantarse y volver a acostarse cuando realmente te sientas soñoliento.
- Los ritos antes de dormir también te pueden ayudar: leer un libro, hacer ejercicios respiratorios, beber un vaso de leche…
- En el caso de los adultos, es aconsejable evitar la siesta o, al menos, una siesta excesivamente prolongada.
- Cena ligero, pero un menú lo suficientemente completo como para no tener que levantarte a media noche a picar algo. Además, es preciso comer unas tres horas antes de acostarse.
- El alcohol, el café, el té y otras bebidas que contengan excitantes debes aparcarlas incluso por la tarde, además de evitar fumar después de cenar.
- No es recomendable hacer ejercicio potente antes de ir a dormir, pero sí programar una media hora de ejercitación suave, como pasear o nadar.
- Debes usar la cama única y exclusivamente para dormir, y airear la habitación tanto antes de meterte en la misma como al salir de ella por las mañanas.
- Si no consigues conciliar el sueño, puedes probar de contar ovejitas o bien realizar ejercicios de respiración para dormirte en tan solo 60 segundos.
Además de lo mencionado, muchos son los expertos que también coinciden en que se mejora la calidad del sueño cuando la cabecera de la cama está orientada hacia el norte y los pies hacia el sur, respetando la orientación de los ejes de la Tierra. También dan cuenta de algunas directrices acerca de la cama, el colchón y la almohada ideales:
- Es preciso que la cama sea silenciosa y rígida para sostener adecuadamente el colchón y, asimismo, cuanto más grande, mejor.
- El colchón debería reunir la siguientes cualidades: transpirabilidad, termorregulación, firmeza e higiene.
- La almohada es un elemento de descanso indispensable, puesto que mantiene la cabeza en una posición natural. Se aconseja no dormir sin ella, que no sea demasiado gruesa y que consiga mantener la cabeza en línea con el cuello.
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