El ritmo de trabajo habitual y el tan acelerado ajetreo de la gran ciudad nos invitan, entrada la noche, a disfrutar de un verdadero descanso. Cuando llegan aquellos momentos en los que estás en la intimidad de tu hogar y en tu habitación, el acceso a un descanso tranquilo es lo único que tu cuerpo pide, para que al día siguiente puedas disfrutar de las actividades regulares. Un sueño reparador te da la posibilidad de seguir con tu rutina habitual y, para conseguirlo, existe un producto clave: las almohadas Velfont. La innovación, la más alta tecnología y el máximo confort son sus características principales.
La almohada es el elemento encargado de mantener las vertebras cervicales en una posición anatómicamente correcta, esto es, en la misma postura que cuando estamos de pie. En el mercado podemos encontrar un amplio abanico de diferentes tipos del producto: distintos materiales, firmezas, distintas formas… Cada persona debe escoger aquella almohada ideal en función de sus preferencias y necesidades. Según el material con el que están confeccionadas, en Velfont disponemos de las siguientes:
- Almohada de fibra: elaboradas con fibra hueca siliconada conjugada, las almohadas de fibra de Velfont son muy suaves al tacto y ligeras. Además de aportar firmeza, tienen una gran capacidad de recuperación, son muy higiénicas y transpirables.
- Almohada viscoelástica: están confeccionadas con poliuretano de alta densidad viscolástico, que reacciona a la temperatura y alivia la presión ejercida en el cuello y la nuca, sobre todo en los puntos de contacto con la misma almohada.
- Almohada de látex: las almohadas de látex de Velfont están fabricadas con material ecológico y natural que ofrece una textura suave y agradable al tacto.
Aunque las almohadas Velfont son uno de los productos más importantes para conseguir un sueño reparador, también es recomendable seguir una serie de consejos antes de acostarse:
- Una cena ligera es una de las claves para descansar de forma reparadora. No es recomendable ingerir alimentos pesados antes de acostarse, puesto que el sistema digestivo trabajará procesando la comida y no te permitirá soñar plácidamente.
- Llevar una rutina bien establecida para acostarse es también un buen método para controlar el sueño. De este modo, tu cuerpo se acostumbrará y sabrá en qué momento debe descansar.
- Intenta no acostarte con preocupaciones o con tareas inconclusas, trata de desconectar tu mente y pensar que por hoy ya has hecho suficiente.
- Trata que tu habitación sea lo más oscura posible, ya que la luz le manda un mensaje a tu cuerpo que es hora de levantarse y prepararse para el nuevo día.
- Procura no utilizar la cama para cenar o trabajar, puesto que, de hacerlo, es posible que te cueste conciliar el sueño y relajarte.