Que no dormir tiene muchos inconvenientes no es ninguna novedad. De hecho, son muchas las investigaciones científicas que lo han ratificado a lo largo de los años. No descansar diariamente las siete u ocho horas recomendadas extrema tu mal humor, aumenta tu irritabilidad, ahonda tu pesimismo, aumenta tu estrés y facilita que decaigas en el desánimo y la tristeza. Incluso los efectos de la falta de sueño, después del tercer día sin conseguir pegar ojo, pueden conducirte a escenarios más graves como la locura temporal o la alucinación (así lo probó un reciente estudio del Instituto de Medicina del Sueño). Entre muchos otros aspectos negativos.
Pero a toda esta lista de fatales consecuencias provocadas por la ausencia de descanso, hay que sumarle ahora un nuevo elemento alarmante. No dormir también provoca estragos en nuestro rostro, o hablando más genéricamente, en nuestro aspecto. Esta nueva información se la debemos a un proyecto de investigación realizado por la Escuela del Sueño, y llevado a cabo por la autoría británica Bensons for Bed.
El estudio en cuestión se desarrolló de la siguiente manera: una serie de participantes sometieron su piel a una máquina detectora de manchas, bacterias, poros y enrojecimiento facial, se pasaron cinco días durmiendo seis o menos horas, y volvieron a examinarse con la misma prueba. Los resultados fueron más que esclarecedores. Anímicamente, el impacto del proceso fue total. Tras pasar el test, y mediante las respuestas que los mismos participantes dieron a un cuestionario, se dictaminó que su autoestima había bajado un 20% y que el 33% de los sujetos analizados se sentía menos atractivo que antes del experimento.
Y las conclusiones físicas de la investigación todavía fueron más contundentes. El número de manchas crece un 13% y su visibilidad un 7%. Las arrugas y las líneas de expresión aumentan en un 45%. La acumulación de bacterias en la piel (las llamadas porfirinas) se incrementan un 16%. Y las manchas oscuras y las rojeces se extreman un 11% y un 8%, respectivamente. Como demuestran tales estadísticas, el estado de salud de nuestra cara, en tan solo cinco días, puede sufrir graves alteraciones que, además, se acaban haciendo patentes a ojos de todo el mundo.
Todos estos datos no hacen más que demostrar que quizás la solución para mejorar nuestro rostro no se encuentre únicamente en emplearnos el maquillaje adecuado o en comprar los productos de cosmética más efectivos. Desde Velfont creemos que, si queremos mantener un aspecto sano y atractivo y, en consecuencia, sentirnos bien con nosotros mismos, la mejor manera de conseguirlo es durmiendo cada día el número de horas que nuestro cuerpo necesita.