Los trucos para enseñar a dormir a tu bebé

Los trucos para enseñar a dormir a tu bebé

En ocasiones, intentar que los bebés duerman tranquilos y adecuadamente puede ser una verdadera batalla. Además de la fatiga y el cansancio que padecen los padres, que los niños pequeños no descansen como les toca puede ser dañino para su salud. Para conseguir que los infantes duerman literalmente como un bebé, desde Velfont ofrecemos una serie de trucos. ¿Cuál es la mejor receta?

  • Establece un horario: aunque pueda sonar extraño, los bebés también necesitan una rutina establecida que deben seguir día a día. Además, es importante evitar acostar a tu hijo cuando esté sumamente cansado o cuando percibas que aún no tienen mucho sueño.
  • Evita despertarlo: en especial durante las noches. Es recomendable no cambiar el pañal salvo que sea absolutamente necesario y, de hacerlo, procurar mantener el bebé bien envuelto y con las luces apagadas o sólo ligeramente encendidas.
  • Acostarlo más tarde no equivale a dormir más tiempo: acostar al infante más tarde no te garantiza que duerma hasta el mediodía. Los bebés recién nacidos no distinguen entre el día y la noche, y sus pequeños estómagos no retienen suficiente leche como para que queden satisfechos por mucho tiempo.
  • No todos los niños son iguales: cada infante tiene sus propias necesidades, por lo que las probabilidades de que tus hijos respondan a un mismo patrón son bajas. Cada bebé puede necesitar diferentes estímulos y situaciones a su alrededor. Evita comparar y cambia de hábitos en función del pequeño.
  • ¿Los masajes sirven?: un masaje tranquilizante puede inducir el sueño a los bebés, como también un baño con agua tibia.

Aunque no se trata de reglas fijas, estos trucos orientativos te pueden ayudar a enseñar a dormir a tu bebé. Descansar adecuadamente es fundamental tanto para la salud del niño como para su crecimiento.

Uno de los trastornos del sueño más comunes es el conocido como insomnio aprendido, que incluso afecta al 15% de los infantes de entre cinco y diez años. En el 90% de los casos, este problema se origina en los primeros años de vida, debido a los malos hábitos adquiridos a la hora de irse a dormir. En el resto de los casos, puede deberse a algún trauma psicológico, producido por una fuerte impresión, alguna agresión o una patología psíquica.

Cuando el niño aprende a dormir de forma correcta, son inmediatos los beneficios que consigue: está relajado, tranquilo, se siente feliz y seguro de sí mismo. Aunque existen muchas técnicas, la más didáctica de ellas explica que el sueño es un hábito y, como tal, se puede enseñar y también aprender. Para convertir este objetivo en algo más fácil, en Velfont disponemos de los productos de descanso para bebé más adecuados.