Es posible que durante el embarazo te resulte un poco más complicado conciliar el sueño. Tu cuerpo está experimentando un cambio y al principio no es fácil adaptarse a esta nueva situación. De hecho, es algo completamente normal que le pasa a la mayoría de embarazadas.
En concreto, al 78%, según aclara la Fundación Nacional del Sueño. Desde Velfont, no podemos hacer nada para conseguir que te duermas instantáneamente pero sí que podemos aconsejarte las mejores posiciones para dormir mejor.
Posición SOS
Tranquilidad. Con esta posición tu bebé no va a correr peligro ni, tampoco, vas a tener que pedir socorro en mitad de la noche. La posición SOS consiste, simplemente, en dormir de lado. En este caso, el acrónimo SOS hace referencia a Sleep on Side (Dormir de lado).
Esta es la posición que más recomiendan los ginecólogos. En parte, porque, según apuntan desde American Pregnancy, si duermes apoyando el lado izquierdo de tu cuerpo sobre la cama, consigues dirigir los nutrientes de la sangre hacia la placenta.
Boca abajo
Aunque pueda parecer un tanto extraño, dormir boca abajo no supone ningún riesgo ni para la madre ni para el bebé. Aunque es más que posible que sea la propia madre la que decida buscar otra posición a medida que el embarazo avance, ya que le resultará muy complicado relajarse cuando el tamaño de la barriga haya aumentado.
La momia
Hay personas que sólo pueden dormir boca arriba. Si ese es tu caso, no te preocupes. Cuando estés embarazada podrás continuar haciéndolo. Al menos, durante el primer trimestre. Cuando duermes boca arriba, el útero presiona algunas venas que se encuentran en la zona pélvica y eso hace aumentar la presión de tu cuerpo.
Al inicio del embarazo esto no tiene porqué suponer un problema para el bebé. Pero sí puede ser más arriesgado a partir del segundo semestre ya que, si aumentas la presión arterial, el nivel de oxígeno y nutrientes en sangre disminuyen.
La alternativa puede ser la de dormir con el tronco ligeramente elevado. De esta manera reducimos la presión en la zona pélvica. Es también una posición muy recomendable para evitar los mareos matutinos o la congestión nasal.
Con la almohada entre las piernas
Poner una almohada entre las piernas es muy recomendable para mantener la espalda recta y equilibrar el cuerpo durante la noche. Manteniendo esta posición, obligamos a nuestro cuerpo a apretar las rodillas, a reforzar la zona lumbar y, consecuentemente, a mejorar la posición vertebral.
Sobra decir que mejorar la posición de la columna vertebral y el equilibrio de la espalda es beneficioso para evitar complicaciones durante el parto. Y es que, además de reforzar las lumbares, dormir en esta posición alivia tensiones en las caderas y en la zona pélvica.
Una almohada para los pies
Durante el embarazo, algunas mujeres experimentan hinchazón en manos y piernas. Normalmente, la hinchazón aparece a partir del tercer trimestre y se debe a la retención de líquidos y el aumento del flujo sanguíneo en el cuerpo.
Una buena manera para aliviar, en la medida de lo posible, esta sensación es la de dormir con una almohada bajo los pies. Al tener los pies en alto conseguimos que la presión en esa parte del cuerpo disminuya.
¡Esperamos que tengas un feliz descanso!
