En relación al último post que publicamos, aquí seguimos con los consejos para proporcionar un ambiente de descanso seguro para tu bebé:
- En ocasiones, a los bebés no les gustan los chupetes o demás objetos utilizados para relajarlos. Debes considerar darle un chupete limpio y seco cuando pongas tu bebé a dormir, pero no obligarle a tomarlo. Además, es recomendable no acercarle el chupete hasta que haya cumplido un mes de nacido.
- Evita que tu bebé sienta demasiado calor al descansar. Para ello, es importante abrigarlo con ropa de dormir ligera y, asimismo, mantener la habitación en una temperatura entre cálida y fresca, que sea cómoda para un adulto.
- A no ser que estén prescritos por un médico especialista, evita utilizar medidas farmacológicas y otros productos que digan asegurar el descanso de tu bebé, así como aquellos que certifican reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita. En la mayoría de estos últimos no se ha comprobado ni la seguridad ni la eficacia.
- Es importante que el moisés y la cuna donde descansa tu bebé cumplan con las normas de seguridad establecidas. Además, que éstos estén complementados con sábanas, fundas, forros y colchones específicos para él, hechos y pensados para su tamaño.
Además de los consejos expuestos para garantizar su seguridad, los bebés también necesitan dormir en un ambiente adecuado que les permita descansar correctamente. Así, la tranquilidad, el silencio y la calma son esenciales para facilitar el sueño del niño y reducir posibles despertares nocturnos. Aunque fiestas, conversaciones en altas horas de la madrugada y, en general, ruidos exteriores son frecuentes durante el verano, crear el clima perfecto también es posible.
¿Cómo puedes conseguir el clima perfecto?
Además de obstaculizar el sueño, los ruidos externos pueden excitar al pequeño y provocar que se levante de forma precipitada. Bajar el volumen de la televisión, de la música y el tono de voz en el interior del hogar, además de evitar tareas domésticas ruidosas cuando esté durmiendo, son buenas medidas de prevención. Pero también existen otras:
- El bebé debe dormir con ropa de cama y un pijama cómodos. En relación a los tejidos, es recomendable optar por el algodón o la felpa, que le mantendrán con la temperatura adecuada.
- La almohada y el colchón son determinantes para conseguir el ambiente adecuado. En cuanto a la almohada, la más indicada es aquella elaborada con material hipoalergénico y ligeramente baja. El colchón, por su lado, debe ser bastante rígido y estar elaborado con fibras naturales, tales como el algodón o la espuma.
Un buen descanso y un ambiente seguro son determinantes para el crecimiento saludable de tu bebé. Es durante esta etapa cuando el niño necesita la atención más especial a su descanso, puesto que, a lo largo del día, duerme en más de una ocasión. Así pues, seguir los consejos anteriores te permitirá asegurar la salud del más pequeño de la casa.
