Claves para vivir mejor (y ser más feliz)

Claves para vivir mejor (y ser más feliz)

Ser feliz es probablemente una de esas cosas que todos perseguimos en la vida. Sin embargo, no todos tenemos claro el concepto de felicidad o caemos en el error de vincularlo a objetos materiales. La buena noticia es que la felicidad no tiene porqué ser algo difícil de alcanzar ni un estado en el que tengamos que vivir permanentemente.

De hecho, es perfectamente factible ser felices en líneas generales, pero tener días en los que no nos apetece levantarnos de la cama o en los que lo único que necesitamos es soltar alguna que otra lagrimilla, sin que eso signifique que somos infelices. Comprender esto es, de hecho, un primer paso hacia la felicidad. El siguiente es trabajar a diario para que nuestra vida nos satisfaga y nos llene. Haciendo esta reflexión mental, la felicidad llegará sin pretenderlo.

Y es que pocas sensaciones son más placenteras que la de acostarnos cada noche con la sensación de que, a pesar de que hayamos tenido algún mal momento –un mal día incluso– nuestro balance global es positivo.

Así que aquí van algunos consejos para que te unas a un estilo de vida saludable –con efectos físicos, pero también mentales– que te ayude a vivir mejor y, además, a ser más feliz.

La frase «Qué pensarán los demás» ha boicoteado a muchas personas, muchas ideas y muchos sueños. Así que elimínala de tu mente. Aunque suene a tópico, es real, solo tenemos una vida, o lo que es lo mismo, solo vivimos una vez así que no merece la pena gastar nuestro tiempo dándole protagonismo a opiniones de terceros. Primero, porque fuera de contexto es difícil que gente ajena nos entienda y comprenda. Segundo, porque ¿no es mejor arrepentirse de lo hecho que de lo que nunca hiciste?

Olvídate del qué dirán

Buscar constantemente la aprobación de otros nos genera angustia y ansiedad así que cambia tu forma de pensar –esto no pasará de la noche a la mañana, es un proceso– y preocúpate por gustarte a ti y solamente a ti.

Ordena y limpia

Nos referimos a tu casa, tu mesa de escritorio, tu armario… y, también, a tu mente, tus prioridades, tus amistades… Y es que, está demostrado, un dormitorio patas arriba nos genera el mismo nivel de ansiedad que una relación sentimental que no funciona. Sin embargo, estamos más acostumbrados a reorganizar nuestra habitación que a hacer lo propio con nuestros sentimientos.

Haz una lista con todo aquello que te preocupa e identifica a aquellas personas que te roban energía y toma la decisión de cómo quieres relacionarte con ellas. Puede sonar drástico, pero hacer una limpieza y dejar de pasar tiempo con aquellas personas que no te aportan cosas buenas o invirtiendo tu tiempo en actividades que no te llenan se traducirá en un mayor bienestar y, de rebote, en una vida más feliz.

No, el éxito no lo es todo

Nos han educado para ser los mejores. Los mejores empleados, las mejores madres, los mejores jugando al pádel y las mejores en natación. Tenemos que ser también los más sociables, los que más viajan, los que más dinero ganan, los que mejor cocinan y, por supuesto, los que más triunfan en la vida. Solo con leerlo, suena agotador, ¿verdad?

Detén toda esta espiral y prioriza. No se trata de no luchar y no esforzarse por lo que queremos –esto es también básico para ser feliz–, pero seguramente no podemos ser buenos en todo lo que hacemos y, lo más importante, probablemente tampoco queremos serlo.

¡Ah! Y si buscas ser feliz deberás aprender a gestionar el fracaso. Eso no solo te ayudará a gestionar la frustración, también podrás salir reforzado de la experiencia. Sintiéndote más seguro de ti mismo y de tus capacidades.

Cuídate

Es el paso más básico para vivir mejor y ser feliz, pero frecuentemente es el que se nos suele olvidar. Precisamente como vivimos en ese círculo vicioso de ser los mejores y de llegar a todo lo que nos proponemos solemos dejar de lado a nuestro «yo». ¡Error! Dedícate unos minutos al día a ti mismo, a aquello que más ilusión te hace. Puede ser desde una clase de spinning en la que descargar toda la adrenalina, hasta una clase de yoga en la que desconectar del estrés de tu día. Quizá lo que más te llena a ti es pasar una tarde en familia o puede que necesites escapar a la montaña para hacerlo también de la rutina. La fórmula la eliges tú.