¿Hasta qué edad debe dormir un bebé con los padres?

¿Hasta qué edad debe dormir un bebé con los padres?

A veces, los padres corremos el riesgo de ser demasiado sobreprotectores con nuestros hijos tratando de evitar, a toda costa, cualquier tipo de sufrimiento o dolor. Es una reacción completamente normal, justificable y, en la mayoría de los casos, recomendable. Pero, ¿nos pasamos, a veces, con esta actitud?

Uno de los hábitos que más polémica genera es el de dormir con los hijos. Está claro que, durante los primeros meses de vida, hay que tener al pequeño lo más cerca posible. Incluso, durante la noche. Pero, ¿a partir de que edad deben dormir los bebés con los padres?

Hay quien afirma que, compartir la cama con los hijos, no es bueno para el desarrollo cognitivo de los niños. De hecho, hay estudios que aseguran que los bebés deberían abandonar el lecho materno a partir del tercer mes de edad. Sólo así conseguirán más autonomía y aprenderán a superar sus temores.

Aunque no todo el mundo comparte esta visión. Según el investigador Margot Sunderland, autor del libro “La ciencia de ser padres”, los niños pueden dormir con los padres hasta los 5 años de edad y, según Nils Bergman, director de Maternidad del Hospital de Mowbray, los niños no deberían dormir con papá y mamá más allá de los 3 años.

Entonces, ¿a partir de qué edad deben los bebés dormir con los padres?¿Cuáles son los pros y contras de compartir la cama con los pequeños?

Beneficios de dormir con los hijos

¿Por qué deberíamos dormir con nuestros hijos?¿Hay alguna base científica que respalde esta teoría? Lo cierto es que existen varias hipótesis que remarcan la idoneidad de dormir con tus hijos.

1. Mejora su autoestima

Los niños que duermen con sus padres sufren menos traumas e inseguridades a lo largo de su vida. En parte, porque a los niños les da miedo la oscuridad y sentirse desprotegidos durante la noche. Acompañarles en estos momentos de incertidumbre (si no se convierte en un hábito patológico) puede ser muy positivo para el crecimiento y desarrollo de los más pequeños.

2. Evita el estrés del bebé

Un estudio realizado por el profesor Bergman, resolvió que los niños pequeños que duermen solos en sus cunas tienen un nivel de estrés tres veces superior al de los niños que duermen sobre el pecho de su madre. Además de padecer menos estrés, los bebés que comparten cama con sus padres tienen menos interrupciones en los ciclos del sueño y, por tanto, descansan mucho mejor.

Contras de dormir con los hijos

Como en la mayoría de las cosas en esta vida, no todo es blanco o negro. Hay escalas de grises. Existen argumentos de peso que demuestran que dormir con los hijos no es tan buena idea como parece.

1. Perjudica su desarrollo

Es lógico que los bebés quieran dormir con sus padres. En parte porque se sienten protegidos y seguros. Pero, fomentar este tipo de actitudes desde bien pequeños puede suponer un patrón de conducta que afecte a su comportamiento en el futuro. Es posible que crezca con demasiada inseguridad y falta de confianza en sí mismo.

2. Es negativo para la privacidad de los padres

Los bebés que duermen con los padres pueden llegar a confundir algunos aspectos de la vida privada de los padres. Por lo que, no siempre resulta tan buena idea tener a tu bebé cerca durante la noche. Es positivo que se acostumbre a que cada miembro de la familia tenga su propio espacio y autonomía. ¡Incluso ellos se merecen tener cierta independencia!

dormir con bebe

¿Cómo conseguir que tu hijo duerma en su cama?

Dormir con tu bebé puede ser una experiencia genial tanto para ti como para el pequeño. Aunque, eso sí, corres el riesgo de acabar acostumbrándolo y que nunca más quiera volver a dormir solo. Cuando es un bebé pequeño y aún no tiene capacidad de razonar, puedes dormir tranquilamente con él. Pero, a medida que va creciendo, tendrás que ir acabando, poco a poco, con esa costumbre.

Para los niños, lo mejor es la rutina. Deberás acostumbrarlo a hábitos de sueño (cepillarse los dientes él solito, ponerse el pijama, irse a la cama pronto) que le ayuden a prepararse para el descanso. Esto implica enseñarle ciertas normas desde bien pequeñitos y llevarlos a la cama sin discutir ni rechistar. Hay algunos trucos para conseguir que tus pequeños se duerman a la hora pero, por lo general, lo mejor es proporcionarles hábitos muy pautados para que asocien determinados comportamientos de la noche al sueño.

¡Feliz descanso para ti y para tu bebé!