Reconozcámoslo: cada vez vivimos más enganchados al móvil y muy especialmente a las redes sociales. Y las estadísticas no hacen más que confirmarlo: de media, miramos el móvil cada 12 minutos, un vistazo rápido sí e impulsivo, también, porque muchas veces no somos capaces ni de recordar la hora que marcaba la pantalla.
Este es uno de los signos que demuestran un cierto grado de dependencia, pero hay más. Por ejemplo, el nivel de ansiedad que sentimos cuando nos lo dejamos olvidado en casa por la mañana o la necesidad de tenerlo siempre sobre la mesa independientemente de si estamos en el trabajo, cenando con nuestra pareja o viendo la televisión.
Hablar de adicción son palabras mayores, pero la realidad es que cada vez es más común escuchar conceptos como el de Smartphone-adictos o la existencia de clínicas de desintoxicación especializadas en este problema. Sin embargo, no hace falta irse tan lejos para darnos cuenta de que los móviles tienen muchos efectos negativos para nuestra salud.
Afecta a nuestra memoria, a nuestra postura, a nuestro nivel de ansiedad y, sí, también a nuestro sueño. Y es que entre nuestros hábitos hay varias cosas que arruinan nuestro descanso y el móvil es una de ellas.
Por este motivo cada vez son más las personas que se unen al movimiento No cell phones pasadas las 21h. Algunos lo llevan incluso más allá y apuestan por olvidarse de su teléfono móvil durante todas sus vacaciones o por periodos más largos incluso.
Es lo que se conoce como détox digital que aboga por desconectar de forma consciente. Hacerlo las horas previas antes de irte a dormir es el primer paso y con consecuencias casi inmediatas: notarás que conciliar el sueño ya no es una tarea imposible.
Toma nota de estos consejos para desconectar del móvil y dormir mejor.
1. Marca un horario
Lo mejor para cumplir con un reto es que haya un compromiso de por medio. Tómatelo con calma y no quieras desaparecer por completo, porque no es realista y terminarás por rendirte. Mejor establece una franja de tiempo en la que te comprometes a no tocar ni mirar el móvil –salvo excepciones–.
2. Modo silencio
La gran mayoría de teléfonos de hoy incluyen la opción «No molestar» cuyo nombre no nos puede parecer más adecuado y es que, fuera de un horario determinado muchos de los mensajes, llamadas o etiquetas en Instagram que recibimos podrían considerarse como innecesarios. No entran aquí las emergencias, claro. Para todo lo demás desactiva sonidos, vibraciones y notificaciones en la pantalla.
3. Tiempo para disfrutar
A la que tomes la decisión de dejar el móvil de lado comprobarás la de tiempo que tienes y que estabas perdiendo tecleando. Invierte ese rato, por corto que sea, en actividades que tengan un efecto positivo en ti. Desde leer un libro hasta una copa de vino. Descubrirás que muchas veces el «No tengo tiempo» más bien era un «Cómo he perdido el tiempo viendo divertidos vídeos de gatitos en YouTube».
4. Distancia de seguridad
Al llegar a casa, guárdalo. En el bolso, en la habitación o aprovecha para cargarlo –ya sabes que a la hora de dormir es mejor no tener este tipo de aparatos cerca–, pero asegúrate de que no queda a la vista. Con el tiempo serás capaz de ignorarlo sin problema, pero al principio es mejor no ponérselo fácil a la tentación. Lo mismo ocurre con la tablet o el ordenador, la luz azul que emiten las pantallas de todos estos dispositivos nos puede provocar trastornos del sueño.
Como recomendación extra te sugerimos que tengas una rutina que sigas cada día antes de meterte en la cama. Incorporar una serie de hábitos saludables los minutos antes de acostarte es una de las mejores inversiones para garantizarte un sueño profundo y reparador.