Aunque todavía no ha llegado la primavera ni el buen tiempo, poco a poco los días se están alargando y empezamos ya a disfrutar de más horas de sol para ir dejando atrás las frías noches de invierno. Seguramente, dentro de pocas semanas, muchos os plantearéis esta pregunta: ¿ha llegado ya el momento de cambiar el edredón nórdico por la colcha o por un edredón más fino?
En invierno, el edredón nórdico es perfecto para vestir nuestra cama porqué habitualmente pesa poco y nos proporciona una temperatura muy confortable durante toda la noche protegiéndonos del frio invernal. Además, facilita mucho la tarea de hacer la cama todas las mañanas pues con un par de movimientos la cama queda perfecta. Pero, cuando las temperaturas empiezan a subir (habitualmente con la llegada de la primavera), el edredón del invierno pasa a incomodarnos puesto que nos proporciona un exceso de calor que nos impide dormir bien y descansar. Es, pues, el momento en el que se debe tomar una decisión: Ha llegado el momento de cambiar el edredón nórdico. Una buena opción es cambiar el edredón nórdico que hemos usado durante todo el invierno por otro de un gramaje inferior que nos permita mantener una temperatura adecuada durante la noche pero sin excesivo calor. Si durante el invierno el gramaje que usamos es de 250 a 400 gr/m2, cuando llega el buen tiempo, con un gramaje de 125 gr/m2 nos puede bastar.
Si incluso con el edredón nórdico de menor gramaje notamos un exceso de temperatura, podemos optar por vestir nuestra cama con sábanas y la clásica colcha de verano. La ventaja respecto al nórdico es que, si somos calurosos, nos podemos desprender de ella durante la noche y dormir sólo con sábanas. El inconveniente, la tarea de hacer la cama será un poco más pesada.