Combate los sudores nocturnos en verano

Combate los sudores nocturnos en verano

Las temperaturas en verano son mucho más elevadas que el resto del año, y no sólo eso, también la humedad que las acompaña. Salir de la ducha y tener automáticamente la incómoda sensación de tener la piel “pegajosa”, ponernos crema después de tomar el sol y sentir que nuestro cuerpo la rechaza o evitar ponernos ciertas prendas de ropa por el miedo a sudar en exceso… Existen diversos factores que dificultan una correcta transpiración.

Pero, ¿y qué ocurre por la noche? Probablemente alguna vez tu también has dado vueltas en la cama porque no podías dormir a causa de las altas temperaturas. Los viejos trucos de buscar el lado frío de la cama, darle la vuelta a la almohada o evitar dormir con alguien que desprende mucho calor nos solucionarán el problema solamente durante unas horas.

¿Por qué aparecen los sudores nocturnos?

Las causas de experimentar una temperatura corporal elevada mientras dormimos son diversas y no siempre son fáciles de detectar. Sin embargo, a continuación te presentamos las más comunes:

1. Cambios bruscos en la temperatura corporal: nuestro cuerpo está acostumbrado a una temperatura ambiente concreta durante el día, que en la cama tiende a ser distinta. Estos cambios bruscos de temperatura pueden resultar en una reacción en tu cuerpo.

2. Excesivo calor en tu habitación: de la misma forma, debes considerar si la temperatura de la habitación en la que duermes es la correcta. Los expertos consideran que la temperatura ideal para conciliar el sueño en la mayoría de los adultos está entre los 15º y los 22º.

3. Actividad normal de recuperación del cuerpo: ¿Sabías que mientras dormimos nuestro cuerpo trabaja incluso más que durante los períodos de actividad física? Es normal experimentar una caída de la temperatura corporal cuando comienza a amanecer. En cambio, en otras fases del sueño el sistema nervioso autónomo puede acelerarse y provocar el incómodo sudor.

4. Cambios en tu cuerpo: quizás estás experimentando una situación de cambios hormonales, trastornos respiratorios o apneas del sueño, entre otros. Cualquier tipo de anomalía en tu cuerpo puede desencadenar la reacción en tu cuerpo mientras duermes.

5. Ansiedad y estrés: los períodos con una ansiedad elevada pueden ser el detonante de una sudoración nocturna excesiva. Las preocupaciones que nos mantienen alerta durante el día no desaparecen cuando cerramos los ojos, sino todo lo contrario. A menudo se convierten en pesadillas y/o períodos de vigilia.

Partiendo de la base de que la gran mayoría de estas causas no siempre está en nuestras manos cambiarlas en un plazo tan corto como una noche, existen trucos y técnicas que te ayudarán a dormir mejor en verano.

6 trucos para reducir el sudor mientras dormimos

Las técnicas para regular la temperatura corporal cobran especial importancia para reducir los sudores nocturnos. Por eso, te contamos los 6 trucos más infalibles:

1. Invertir en un equipo de descanso de calidad: si acostumbras a sufrir sudores nocturnos o tienes una temperatura corporal muy diferente de la persona con la que duermes, la gama Termo-reguladora es una excelente opción. Los productos están confeccionados con tejido termo-regulador 100% algodón y la más avanzada tecnología desarrollada por la NASA para amortiguar los cambios de temperatura y humedad. Disponemos de sábana bajera, protector de colchón, funda de almohada, cubrecolchón y almohada viscoelástica para crear un microclima constante toda la noche.

2. Utiliza tejidos transpirables y frescos para los pijamas: los materiales más recomendables para ello son el algodón o el lino, ya que son capaces de absorber el sudor y mantenerlo alejado de la piel sin aportar calor.

3. Ventila correctamente tu dormitorio: renovar el aire de los espacios cerrados es fundamental todo el año, pero especialmente en verano. Las partículas de humedad se quedan flotando en el aire, creando la incómoda sensación de “notar el ambiente cargado”. Por eso, asegúrate de abrir las ventanas con frecuencia. Al dormir, un ventilador en su potencia mínima mantiene una corriente de aire fresco y ayuda a controlar el sudor.

4. Evita los excesos por la noche: tomar alcohol dilata los vasos sanguíneos y con ello sube la temperatura corporal. De la misma forma, las cenas muy copiosas dificultan una correcta digestión. Como tu cuerpo tendrá que hacerla mientras duermes, puede que empiece el ciclo de la sudoración.

5. Hidrátate bien durante el día: beber agua regularmente durante el día es muy importante, además de que nuestro cuerpo la necesita para desempeñar muchas de las funciones vitales, porque ayuda a regular y mantener la temperatura corporal.

6. Mantén un estilo de vida saludable: realizar ejercicio físico moderado con regularidad reduce el estrés y los períodos de ansiedad, te ayuda a tener una mejor relación con los ciclos de tu cuerpo y mejora tu metabolismo. Además, también es conveniente evitar sustancias que activan el cuerpo como la comida picante, la cafeína o el tabaco, especialmente antes de irte a la cama.