Apnea del sueño, ¿qué es y cómo podemos tratarla?

Apnea del sueño, ¿qué es y cómo podemos tratarla?

Imagina estar durmiendo y que, de pronto, tu respiración se interrumpa durante unos 10 segundos. Pasado ese tiempo, volverás a respirar normal, pero al cabo de un rato el episodio volverá a repetirse, y así una y otra vez a lo largo de la noche. Concretamente, según los expertos, se pueden llegar a producir más de 30 interrupciones en tan solo una hora.

Así transcurren las noches de aquellos que padecen apnea del sueño y esto, evidentemente, tiene efectos sobre su descanso. Esto es porque, además de interrumpirse su respiración, se interrumpe su ciclo del sueño. Este trastorno del sueño puede hacer que las personas se despierten de forma súbita con los ronquidos que suelen acompañar la apnea del sueño, cortando así su descanso.

Como consecuencia, al levantarse, tendrán la impresión de que no han dormido nada y se sentirán aturdidos y con dolor de cabeza, una sensación similar a la que tenemos cuando no hemos dormido la siesta perfecta. Otros efectos secundarios además de la somnolencia –que es algo que se puede mantener durante todo el día–, son la fatiga, la pérdida de concentración y la irritabilidad.

Todo esto es lo que puede llegar a provocar la apnea del sueño. Se trata de una enfermedad crónica que produce un colapso en la faringe, especialmente, en algunas fases del sueño. Existen dos tipos de apnea del sueño:

  • La apnea del sueño obstructiva, es la más frecuente. Se produce cuando las vías respiratorias se hacen más estrechas o, incluso, se cierran por completo durante el sueño.
  • La apnea del sueño central, los músculos que controlan la respiración dejan de funcionar como deberían.

Son varias las causas que pueden estar detrás de la apnea del sueño. Desde tener el maxilar inferior más corto que el superior hasta la obesidad. Y, en el caso de la apnea del sueño central, también se tiene en cuenta si está vinculada a algún tipo de enfermedad.

A la hora de indicar un tratamiento, la principal recomendación que se hace a los pacientes con apnea del sueño es que apliquen una serie de cambios en su día a día. Es decir, llevar un estilo de vida saludable es imprescindible si queremos sortear los efectos de esta patología. Adelgazar, pasarnos a una dieta sana y equilibrada y dejar de fumar o las bebidas alcohólicas sería el primer paso. Además, en el caso de los pacientes que sufren algún tipo de alergia que pueda afectar a sus vías respiratorias, tratar esa alergia también es clave.

Solo en aquellos casos en los que estas medidas no solo no funcionan, sino que agravan el diagnóstico se suele recurrir a dispositivos que ayudan a abrir la vía respiratoria bloqueada o bien, será necesario someterse a una cirugía.