Son muchos los tópicos que rodean a la meditación. De hecho, es muy probable que ahora mismo la imagen mental que se te genera de esta práctica es la de un monje con las piernas cruzadas, ojos cerrados, manos sobre el regazo y que lo único que sale de su boca es un largo Ommmmmmmmm. Nada más lejos de la realidad.
Partamos de la base que la meditación es un recurso excelente para liberarnos del estrés y de la ansiedad, pero también para relajarnos, para descansar de los problemas y para aprender a buscar nuestra paz, tranquilidad y, por qué no, felicidad. Con esta carta de presentación, ¿quién podría resistirse a la meditación? Pues súmale además que meditar antes de ir a dormir te ayudará a descansar más profundamente.
Sí, como lo lees, está comprobado que la práctica de esta disciplina diariamente ayuda a conciliar el sueño. El por qué está en la capacidad de esta técnica de aislarnos para ignorar los pensamientos negativos y centrarnos solo en lo positivo. Y es que, precisamente, tener la mente demasiado ocupada es uno de los impedimentos para disfrutar de un sueño profundo por la noche.
Esto es gracias a que la meditación actúa como una especie de tila para la mente. Así entramos en un estado de desconexión intenso que no solo amenaza a los pensamientos negativos, también ayuda a reducir el insomnio, las pesadillas o los sobresaltos que nos despiertan a media noche.
Otra de las ventajas de meditar antes de ir a dormir es que, si hacemos que nuestra mente deje de trabajar podemos empezar a estimular la actividad química de nuestro cerebro. Un proceso que sirve para aumentar la producción de serotonina y otras hormonas responsables de nuestro bienestar.
Respirar
La meditación no es posible –ni eficiente– sin una buena técnica de respiración que la acompañe. De este modo, cada vez que hacemos el proceso de inspirar y espirar estamos oxigenando nuestro cuerpo y activando el torrente de circulación sanguínea.
Respirar de forma controlada es otra de esas buenas prácticas que se traduce en importantes beneficios para el organismo y cuando hablamos de meditación con respiración estos se multiplican.
- Reducir el riesgo de afecciones cardiovasculares
- Menor ansiedad y depresión
- Presión arterial baja o estable
- Mayores niveles de energía
- Músculos relajados
Meditación para todos los públicos
Aunque por norma general son los adultos los que se suman a la meditación esta también está indicada para los más pequeños de la casa.
Los niños también acumulan cierto grado de estrés, preocupación y nervios a lo largo de su día. Puede que simplemente hayan acumulado una estimulación excesiva. Sea cual sea el motivo, es adecuado introducirlos poco a poco en la práctica de meditar antes de dormir que no solo favorecerá su descanso, también su ánimo y su atención.
