Lo hacemos casi sin pensar, es una especie de acto reflejo que forma parte de nuestra rutina matutina, y que no solo no somos conscientes de que lo hacemos, tampoco de los beneficios que tiene para nuestro organismo.
Es curioso que un acto tan básico e involuntario sea a la vez una de las reacciones que mejor nos sientan. Gestos como bostezar, frotarse los ojos, estirar los brazos son justo lo que nuestro cuerpo necesita para empezar el día con energía y de mejor humor. Lo dicen los expertos: esos primeros minutos del día son cruciales y debemos evitar saltárnoslos si queremos ahuyentar determinados malestares. Es por esto que decimos que desperezarse tiene importantes beneficios:
Calienta el cuerpo y distribuye la energía
A veces, al despertar, podemos sentir calambres o molestias en las articulaciones, pero al estirarnos, precisamente, los evitamos. Esto es porque ayudamos a que la sangre circule por el cuerpo y riegue los músculos –responsables de aportarnos más energía– y el cerebro –lo que incrementa nuestra concentración por las mañanas–.
Previene el dolor de espalda
Es una de las consecuencias más frecuentes de dormir en una mala postura y nos pasa factura durante el resto del día. El hecho de desperezarte por las mañanas puede ser el gesto que tu espalda necesita para aliviar la tensión y prevenir el dolor. Si con demasiada frecuencia el dolor de espalda no te deja dormir y sabes que no se debe a ningún problema de salud, que simplemente se trata de algo postural, procura estirarte a conciencia cada mañana.
Mejora la flexibilidad
¿En tu infancia eras capaz de doblarte y tocar con las manos en el suelo y ahora no logras hacerlo ni con la punta de los dedos? Es normal. La flexibilidad, si no se trabaja se termina perdiendo y el paso del tiempo no ayuda. Desperezarse al despertarse es una forma de estirar nuestro cuerpo un poco más cada día hasta conseguir mantener un nivel de flexibilidad acorde con nuestra edad y nuestro estado físico.
De modo que, la próxima vez que te entren prisas por levantarte de la cama, detente unos segundos y regálale a tu cuerpo un breve estiramiento. Toma conciencia del momento y sácale partido. Para desperezarte bien te recomendamos:
- Configurar el despertador unos minutos antes de la hora en la que necesitas levantarte, así ganas margen para no hacerlo a toda prisa y tienes tiempo suficiente para desperezarte.
- Que elijas 3 o 4 movimientos y permanezcas en la postura durante algunos segundos, así lograrás reactivar tu organismo.
- Empezar por los brazos y, de ahí, ir estirando el resto del cuerpo –prestando especial atención a la columna vertebral– hasta la punta de los pies.
- Que te animes a ir un paso más allá y recurras al yoga. Si lo practicas por la mañana será el complemento ideal a tu rutina de estiramientos y si prefieres hacerlo por la noche algunos ejercicios te ayudarán a dormir más rápidamente.
