5 Técnicas para relajar a tus hijos

5 Técnicas para relajar a tus hijos

¿Por qué mi bebé no se duerme? Para dormir necesitamos estar en un ambiente tranquilo y con el estado de ánimo adecuado. Quizás, tu bebé aún no ha aprendido a gestionar sus nervios. Y es que, los niños también pueden sufrir episodios de ansiedad por lo que trabajar su relajación puede ser la manera más práctica para conseguir, que duerma toda la noche del tirón. Las técnicas de relajación infantil pueden ayudarles a reducir el estrés y la ansiedad. Pero cada ejercicio tiene que ser acorde a la etapa en la que esté tu hijo o hija.

Para bebés de 0 a 3 años

Durante esta primera etapa, los bebés no son lo suficientemente autónomos como para seguir instrucciones o adoptar determinados comportamientos. Aunque lo que sí podemos hacer es proporcionarles rutinas de descanso para que empiecen a relacionar ciertas actividades con la relajación. Por ejemplo, un baño antes de dormir o un masaje para preparar al más pequeño para su siesta.

  • Crea una atmósfera: Cuando apliques estas técnicas es importante cuidar el entorno de la habitación. La luz debe ser la adecuada y la cuna acorde a sus condiciones de peso y tamaño. También puedes optar por poner música relajante. De esta manera, lograrás que tu bebé empiece a relacionar ciertos estímulos a las rutinas de relajación y sueño.

Para niños y niñas de 3 a 7 años

Cuando se hacen más mayores los niños son capaces de seguir instrucciones e interactuar con los adultos. Puedes aprovechar esta nueva potencialidad para llevar un paso más adelante las rutinas de sueño de tus hijos. Es lo que se conoce como “relajación guiada”. Aunque esta técnica se puede aplicar en cualquier momento, lo recomendable es hacerlo justo antes de acostarse.

En la rutina de sueño pueden intervenir otros elementos como un cuento para antes de irse a dormir o empezar a establecer rutinas de sueño de niños más mayores, como por ejemplo, cepillarse los dientes o ponerse el pijama. Además de estas rutinas de sueño, también se pueden aplicar otras técnicas y masajes que le ayudarán a tener una relajación de lo más placentera.

  • Tortuga: Con este ejercicio pretendemos que el niño aprenda a contraer y relajar los músculos de los brazos y del cuello. Le podemos contar al pequeño un cuento en el que aparezca una tortuga que irremediablemente, se tenga que esconder dentro de su caparazón.
  • Globo: Si antes le pedíamos que contrajera los músculos, ahora, lo que pedimos es que los hinche lo máximo posible. Si alternamos la tortuga con el globo, se logrará una especie de respiración “tutelada” con la que conseguiremos la relajación física del niño o niña.

Para niños y niñas a partir de los 7 años

A partir de los 7 años son más independientes y tienen la imaginación más desarrollada. Es posible combinar esa capacidad imaginativa para ayudarles a su relajación y descanso. Además, es bueno proporcionarles herramientas para que ellos mismos puedan utilizar cuando necesiten gestionar su estado de ánimo.

  • Técnica Jacobson: Esta es una práctica que se utiliza en medicina para relajar a los pacientes. Se trata de relajar diferentes grupos musculares a través de la respiración. Se empieza por las extremidades (piernas y brazos) y, poco a poco, se va logrando una relajación de, prácticamente, la totalidad del cuerpo (abdomen y pecho). Es necesario que el niño tense cada grupo de músculos de manera individual durante unos segundos para, posteriormente relajarlo mientras se acompaña con la respiración.
  • Imaginación guiada: Una técnica especialmente adecuada para aquellos niños más creativos. Se trata de proponerles que imaginen un lugar seguro y tranquilo en el que puedan refugiarse y protegerse de sus ansiedades y miedos. Por ejemplo, una casita de madera en el bosque o una cueva en la montaña.

Y tú, ¿qué piensas de estas técnicas?¿funcionan?